Los berrinches en bebés y las diferentes crisis emocionales que tienen los bebés, pueden ser en muchas ocasiones, situaciones confusas y agotadoras tanto para el bebé como para sus padres.
Este tipo de comportamientos, son parte del desarrollo de la comunicación del bebé. Hoy os contamos lo que debemos saber para poder adaptarnos a este tipo de situaciones y hacer asimilarlas de la mejor forma posible.
Los berrinches como parte del desarrollo de la comunicación
Durante los primeros meses de vida de un bebe, es muy común que empiecen a experimentar sensaciones que hasta ese momento no habían sentido, como por ejemplo los sabores de nuevos alimentos y la realización de nuevas actividades.
Por normal general, los berrinches y las rabietas son bastante comunes en bebés con pocos años. Normalmente, este tipo de comportamientos se asocian a la falta de capacidad del bebé para comunicarse.
Ante estas dificultades de comunicación, desde Alma Bebé, recomendamos siempre intentar no olvidar el aspecto emocional a la hora de educar un bebé y por tanto tratar de estar en la posición del bebé para entender mejor su aspecto emocional.
¿Qué hay detrás de un berrinche?
No tienes porqué preocuparte por los berrinches de tu bebé, en muchas ocasiones, la causa que hay detrás de estos son sentimientos como la frustración al no poder expresar exactamente lo que quiere.
Los berrinches deben tomarse como una etapa y como parte del proceso del desarrollo de su capacidad de comunicación.
¿Qué hacer cuando un bebé tiene un berrinche?
Aunque los problemas de comunicación que pueda tener un bebé con poca edad son totalmente normales, por lo que en muchos momentos, recomendamos dedicar un tiempo para intentar entender qué intenta decirnos nuestro bebé con el fin de evitar posibles malentendidos y frustraciones.
Ya que los pequeños no saben cómo expresarse con claridad, la comunicación es la clave, por lo que debemos de tratar siempre de escucharlos y entenderlos lo mejor posible.
podemos tomar una serie de medidas para prevenir y desacostumbrar a nuestro bebé a este tipo de comportamientos.
No alzar la voz
Alzar la voz al mismo momento que un bebé no es recomendable bajo ninguna circunstancia ya que sólo puede empeorar la situación en la mayoría de los casos, por lo contrario, lo ideal es tratar de hablarles de forma calmada y transmitirles la tranquilidad que necesitan.
No te desmotives
Es posible que en muchas ocasiones, sientas que la situación te supera y no consigas saber cuál es la mejor manera de actuar ante un berrinche.
No premies los berrinches
Uno de los primeros hábitos a los que tenemos que acostumbrarnos es a no dar a nuestro bebé todo lo que quiere tras un berrinche. Si creemos que no es conveniente, debemos acostumbrar a nuestros bebés a ciertas cosas en los momentos adecuados.
Consejos para después del berrinche
Tras un berrinche, debemos hacer entender a nuestro bebé que ese tipo de comportamiento no ha estado bien y por tanto, debemos tomar medidas para que estos traten de pensar y de darse cuenta de por qué no deben comportarse de esa manera, para así aprender a diferenciar entre malas y buenas acciones y que se acostumbre a adoptar un comportamiento sin rabietas más rápido durante su crecimiento.
No les prestes atención
Al fin y al cabo, una rabieta puede ser una solicitud de atención por parte de nuestro bebé. Tras un berrinche, podemos ignorarlos durante un pequeño tiempo para que así se den cuenta de que las rabietas no son la forma correcta de recibir esa atención.
Castigos
Muchas veces, para que nuestro bebé aprenda que los berrinches no son los comportamientos adecuados, es conveniente castigarlos de alguna forma para que el bebé pueda asociar esa experiencia como consecuencia de un berrinche y por tanto empiece a darse cuenta de que no debe comportarse así.
Consuela a tu bebé
No todos los bebés reaccionan igual cuando tienen un berrinche, pero después de una rabieta, siempre es buena idea consolarlos todo lo que podamos a través del contacto físico, como acercándose o sosteniéndose en brazos.
¿Qué hacer cuando un bebé tiene un berrinche?
Cuando un bebé tiene un berrinche, es importante manejar la situación con calma y empatía. Aquí te dejo algunos consejos útiles:
- Mantén la calma: Trata de no perder la paciencia, ya que los bebés y niños pequeños se alimentan de las emociones de los adultos. Habla en un tono suave y tranquilizador.
- Reconoce sus sentimientos: Hazle saber que comprendes su frustración. Frases como «Sé que estás molesto porque no puedes tener eso ahora» pueden ayudar a que el bebé se sienta entendido.
- Ofrece distracciones: Cambiar de actividad o mostrarle algo interesante puede ayudar a desviar su atención y calmar el berrinche.
- Sé firme, pero cariñoso: No cedas a demandas poco razonables, pero mantén un enfoque amoroso. A veces, los bebés simplemente necesitan que los abracen para calmarse.
- Dale espacio si es necesario: Si el bebé necesita tiempo para calmarse por sí mismo, está bien darle espacio mientras lo observas para asegurarte de que esté seguro.
Recuerda que los berrinches son una parte normal del desarrollo, ya que los bebés y niños pequeños están aprendiendo a manejar sus emociones. Ser constante y comprensivo les ayudará a sentirse seguros y apoyados.
¿Cuándo empiezan a hacer berrinches los bebés?
Los bebés suelen comenzar a tener berrinches alrededor de los 12 a 18 meses de edad. Esto se debe a que, a medida que se desarrollan, empiezan a experimentar una amplia gama de emociones y desean más independencia, pero todavía no tienen las habilidades necesarias para comunicarse o regular sus emociones de manera efectiva.
Los berrinches son más comunes en esta etapa porque los bebés se frustran fácilmente cuando no logran algo que quieren o cuando no pueden expresar lo que sienten. Esta fase forma parte del desarrollo normal y puede durar hasta los 3 o 4 años, momento en que empiezan a tener un mejor control de sus emociones y habilidades de comunicación.
¿Cómo saber cuándo un berrinche ya no es normal?
Aunque los berrinches son una parte normal del desarrollo de los bebés y niños pequeños, hay algunas señales que pueden indicar que un berrinche no es típico o que puede ser motivo de preocupación:
- Duración excesiva: Si los berrinches duran más de 15 a 20 minutos de manera regular, incluso cuando el niño ha sido calmado o distraído, podría ser un signo de un problema subyacente.
- Alta frecuencia: Es normal que los niños pequeños tengan berrinches ocasionales, pero si ocurren varias veces al día de forma consistente durante semanas o interfieren con la vida diaria, puede ser preocupante.
- Autoagresión o agresión severa: Si el niño se lastima a sí mismo, golpea a otros de manera violenta o daña objetos con frecuencia durante los berrinches, es importante buscar orientación profesional.
- Dificultad para calmarse: Si el niño no puede calmarse con el apoyo de un cuidador o muestra una incapacidad persistente para regular sus emociones, podría necesitar una evaluación.
- Regresión en el desarrollo: Si, además de los berrinches, notas una pérdida de habilidades previamente adquiridas, como el habla o la interacción social, es recomendable consultar a un profesional.
Si tienes preocupaciones sobre el comportamiento de tu hijo o si los berrinches afectan significativamente su bienestar o el de la familia, no dudes en buscar ayuda de un pediatra o un especialista en desarrollo infantil.
Conclusión sobre berrinches en bebés
En conclusión, los berrinches en bebés son una parte normal del desarrollo, especialmente cuando comienzan a experimentar emociones intensas y buscan más independencia, generalmente alrededor de los 12 a 18 meses. Aunque pueden ser desafiantes, es esencial manejarlos con calma, empatía y firmeza, ayudando al niño a aprender a regular sus emociones. Sin embargo, si los berrinches son inusualmente largos, frecuentes o violentos, o si afectan el desarrollo del niño, es importante consultar a un profesional para asegurarse de que todo esté bien.