Se recomienda dejar de usar una cadenita portachupete tan pronto como el bebé comience a ser capaz de alcanzar y manipular el chupete por sí mismo. Esto suele ocurrir cuando el bebé adquiere habilidades motoras más avanzadas, como agarrar objetos y llevarlos a la boca de manera consciente, lo que generalmente ocurre alrededor de los 6 a 10 meses de edad.
Una vez que el bebé puede agarrar y sostener el chupete por sí mismo, el uso de la cadenita portachupete podría representar un riesgo de estrangulamiento si se enreda alrededor del cuello mientras el bebé juega con ella. Por lo tanto, es importante retirar la cadenita portachupete en este punto y asegurarse de mantener el chupete limpio y accesible de otras maneras seguras.
¿Son seguras las cadenitas portachupetes?
Sí, las cadenitas portachupetes están diseñadas y fabricadas para ser seguras para su uso con bebés y niños pequeños. Sin embargo, es importante utilizarlas correctamente y seguir algunas precauciones para garantizar su seguridad:
- Inspección regular: Antes de cada uso, es importante inspeccionar la cadenita portachupete en busca de cualquier daño o desgaste, como roturas, grietas o partes sueltas. No se debe utilizar una cadenita portachupete si muestra signos de deterioro.
- Materiales seguros: Es fundamental asegurarse de que la cadenita portachupete esté fabricada con materiales seguros y no tóxicos, como plástico libre de BPA, silicona de grado alimenticio o madera natural no tratada.
- Longitud segura: La cadenita portachupete debe tener una longitud segura para evitar riesgos de estrangulamiento. Se recomienda que no sea demasiado larga y que cumpla con las regulaciones de seguridad aplicables.
- Uso adecuado: La cadenita portachupete debe sujetarse únicamente a la ropa del bebé o a otros objetos seguros, como el cochecito o el portabebés. Nunca debe sujetarse alrededor del cuello del bebé ni utilizarse mientras el bebé está durmiendo.
Siguiendo estas precauciones y utilizando la cadenita portachupete de manera adecuada, se puede minimizar cualquier riesgo potencial y garantizar la seguridad del bebé durante su uso.
